diumenge, 23 de febrer del 2014

La destrucción de la mentira.

"Si quisiera hablar con vuestro vocabulario, diría que el único mandamiento moral que tiene el hombre es: Pensarás. Pero un 'mandamiento moral' es una contradicción en los términos. Lo moral es lo escogido, no lo forzado; lo comprendido, no lo obedecido. Lo moral es lo racional, y la razón no acepta mandamientos."

Ayn Rand, sobre la Moral.
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Hoy me gustaría haceros una propuesta. Me gustaría que me dijerais vuestro parecer ante esta propuesta.

¿Qué pasaría si yo ahora os propusiera una teoría descabellada?

Pues ciertamente hubo un tiempo anterior en el que el humano no conocía la mentira, ni a Dios, ni conocía los juicios abstractos. Era inocente de conocimiento como lo son los bebés al nacer.

A todo niño le dicen cuando se acerca la concepción de lo abstracto a sus corazones y las palabras no son simples sonidos que resuenan en sus orejas sino metáforas de su realidad, que no debe ir por tal sitio, o no debe hacer tal cosa, porque hay un monstruo que vendrá a buscarlo o porque hay un ángel que no le traerá un regalo. Nace la ficción para el niño con ideas tales como las del Hombre del saco, el Ratoncito Pérez o Papá Noel. De esa misma forma se engaña al ser humano con Dios. El más astuto da vida a Dios para controlar al ingenuo, al bueno, con la mentira, darán más valor a Dios el sacerdote astuto y el padre estratega se lo dará al monstruo. A medida que el niño crece quiere otras cosas, quiere más independencia económica y los valores vigentes como el de Dios siguen vigentes pero aparece el valor del dinero, en los humanos aparece la burguesía. Ahora será el valor del dinero junto el de las normas del hogar el que definirán las relaciones, así como la humanidad se vale de las normas religiosas junto con las del valor del dinero. Llega al punto en que el ser humano se emancipa de las primeras mentiras al igual que el humano concreto se marcha (en general) de su casa. Los valores del hogar pierden fuerza (Ilustración). El hombre se emancipa y conoce una nueva verdad distinta y dura en la que la calidez del hogar se ha acabado y uno tiene que enfrentarse a la vida. Pero lo hace en una realidad alineadora, basada en la mentira del valor del dinero. Se empieza a entender el dinero por libertad. ç

Aquí existe una bifurcación, la vida precaria somete al inviduo asustado de la misma manera que sus padres lo sometían a la mentira del monstruo, el ser adulto sometido a la razón que ha aprendido por incercia lo sigue guiando. El hombre baila en el cadáver del monstruo del mismo modo que la humanidad sobre el cadáver de Dios. No está ahí pero sigue guiando nuestras vidas. Se nos enseña con miedos y recompensas, ¿No es la presencia del monstruo un castigo positivo?¿No es Papa Noel un refuerzo positivo y negativo a la vez? Dios y Moral respectivamente para la humanidad. Así se nos ha educado, por condicionamiento ¿Dónde está el humano tras nosotros?

El humano que no conocía la mentira es el humano libre. La inocencia nos devuelve la vida que nos roba la inteligencia que se nos hace necesaria para sobrevivir ante la presencia del astuto. Un mundo gobernado por astutos lleva a la globalización, a la alineación, a la diversidad, un mundo que gobiernan gracias a la ignorancia.  Este es el futuro que le espera al mundo: Un planeta= ordenador, no hay diferencia ni gracia. El prejuicio hacia lo diferente como algo débil y que no entra en esquemas, esa clase de decadencia. El humano se siente muerto por dentro, autómatas.

Pero no hay sólo gente cuya adaptación darwinista también les vale para la mentira. Hay vestigios de lo que fue una vez la verdad humana. Nace el artista que no soporta el dolor ante la mentira, la cultura lo libera de su haber de estar en sociedad, del sufrimiento que provoca la inteligencia, la frustración de los instintos y la intuición. Nace el filósofo, que se pregunta por la razón de las cosas más que en su explicación rápida e imaginaria, el amante de la cultura, es decir, de todo lo producido por los dos personajes anteriores, de la mano de bohemios. Nace el huérfano feliz con su nada, el vagabundo, el ladrón, el chapero, la prostituta, la madre coraje y todo lo bueno y limpio de suciedad imaginaria en el ser humano. Estas personas son rebajadas. El valor de la mentira rebaja todo lo que sea verdad como el ser humano en sí. Se crea un ser humano imaginario que supuestamente está hecho para vivir en sociedad cuando la sociedad es el sinónimo de la jerarquía y el orden que no nos pertenece.

Dos caminos tiene el planeta, el ordenador planetario, o el retorno a la inocencia, al igual que el hombre adulto tiene opción al suicidio o al soportar el cadáver de la mentira hasta que nos deshagamos de él. Para la persona mayor, quizás dulce, quizás cascarrabias, quizás destrozada por un pasado atroz, por un amor que no se ha consumado. Se vuelve inocente por comprenderse la importancia de la verdad, romper la ficción es menester y tener conocimiento de cómo actúan de igual manera que tenemos que saber cómo actuan las drogas antes de saber si la queremos consumir o no.

Hay gente que está liberada, y nace de los inocentes, los buenos cristianos y los idealistas. Todos ellos creen en el bien del mundo y en un futuro mejor. Sea el reino de los cielos, sea la paz, sea el estado comunista o el estado ideal platónico. Todos siguen la mentira para defender aquello bueno en el ser humano. Están impregnados de mentiras y prejuicios sobre la naturaleza humana, pero no son malas sus intenciones. Se huelen la acracia. De los que deciden deshacerse del cadáver defintiivamente de Dios, de los valores. Nacen los cínicos, los estoicos, los hedonistasm los acratas, los aventureros, los conspiranólogos, los nihilistas y los libres. Se acaba ese "tener que" para ser "libre de" .Cuando se decide que no hay valor absoluto, que es hora de entender al ser humano de manera correcta y efectiva, cuando alcanzamos a recuperar nuestra empatía infantil. Cuando no odiamos al otro por entender lo diferente como malo. (Nación, otras religiones.) iremos directos a un mundo distinto. La Humanidad recuperará su inocencia y vivirá feliz los años que le queden. Pero ¿Llegará la humanidad sin autodestruirse, el hombre adulto sin suicidarse. cuando sabemos que tanto el humano amargado como la humanidad amargada son ambros esclavos de la mentira? ¿Cuándo me devolverán al bosque el espíritu de mis antepasados?

Pues si insistimos en que las cosas sigan igual, a que nada cambie, a creer en mundos estáticos distintos a este que hay que imitar, iremos en contra de la realidad cambiante ; ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que esta sociedad, esta cultura, son contra natura y van contra el ser humano. El humano está enfermo porque la sociedad a la que se ve obligado y sentenciado a vivir propone una existencia contra natura, contra los placeres, el sexo, la alegría, el baile, la risa. ¿De qué vale vivir 80 años siendo 80 años de trabajo para morir después? Cuando se tiene miedo a la muerte es porque no se ha consumado la vida. No hay vida en la mentira. Es aquí en el que hago esta proclama. La razón de existir está en la propia vida de uno. Sed grandes. ¡Qué no os rebaje el miedo de los otros!



divendres, 21 de febrer del 2014

Ontología y epistemología kantianas. Introducción a Immanuel Kant.

Nuestra última gratitud hacia el arte.
 [..]."¡Tenemos la necesidad de descansar de nosotros mismos de cuando en cuando
para vernos desde fuera y desde abajo , a una distancia estética,
para reírnos de nosotros mismos o llorar por nosotros mismos; 
hemos de descubrir al héroe y al loco que habita detrás de nuestra pasión por el conocimiento, 
tenemos que celebrar de vez en cuando nuestra estupidez para poder seguir celebrando 
nuestra sabiduria" [...]"¡Debemos poder también estar por encima de la moral: y no sólo
con la angustiosa rigidez de quien teme a cada momento resbalar y caerse, sino también flotar y juguetear sobre ella! ¿Cómo podríamos prescindir del arte del bufón? ¡Y en tanto
de cualquier modo todavía os avergoncés de vosotros mismos, todavía no sois de los nuestros."

La gaya ciencia. Segundo libro (II, 113-114)
Friedrich Nietzsche.

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Ecce Immanuel Kant. A menudo suelo dejar clara mi posición contra la ética kantiana. Considero a Kant uno de los grandes culpables, junto con Platón y el cristianismo del fundamento de la mediocridad, comodidad y debildiad gustosas que imperan en Occidente. No sería hasta mediados del siglo XX que una de mis filósofas favoritas, Ayn Rand, sentenciaría y culparía a Kant de la decadencia occidental; 

Suponga que usted se encuentra con un hombre joven, retorcido y atormentado, y trata de entender su comportamiento, y descubre que ha sido criado por un monstruo que odia a la humanidad y que ha trabajado sistemáticamente para paralizar su mente, destruir su auto-confianza, cegar su capacidad de disfrutar y bloquear todo intento de escapatoria. Usted se daría cuenta de que nada podría hacerse con ese hombre o por ese hombre y que nada podría esperarse de él hasta que se le hubiese apartado de la influencia de el monstruo. La civilización occidental está en la posición de ese hombre joven. El monstruo es Immanuel Kant. He mencionado en varios artículos que Kant es el principal destructor del mundo moderno. Mi preocupación primaria, no obstante, no es la de enredarme en polémicas, sino en presentar una aproximación racional a la filosofía , limpia de cualquier influencia kantiana, y también el indicar la conexión con la vida de el hombre aquí, en la tierra- una conexión que Kant ha cortado. Es inútil el estar contra nada, a menos que uno conozca a favor de qué está [...] Uno no puede empezar con o construir sobre un negativo; solamente estableciendo lo que es bueno uno puede saber lo qué es malvado y por qué [...] Todos los retorcimientos irracionales de la filosofía contemporánea son kantianos en su origen. El resultado último es el presente estado del mundo.

Sin embargo, mentiría si digo que no me gusta su ontología y epistemología. Aunque no suelo estar de acuerdo con las concepciones estáticas de la realidad, o más bien en el caso kantiano la realidad fenoménica, si no las que están en pleno movimiento , cuestión en la que por cierto la ciencia actual parece avalarme, aunque esto no signifique nada.

Así pues, y por solicitud de muchas personas me dispongo a escribir una entrada que llega tarde, ya que todos los exámenes sobre Kant se han llevado ya a cabo. Quizás le valga de ayuda a alguien en el futuro. Eso espero, honestamente..

De izquierda a derecha y en primer plano,
Kant, Marx, Roland Barthes y Michel Foucault;
 detrás, Platón, Ludwig Wittgenstein, Jean Paul Sartre y
Friedrich Nietzsche.

Kant, como muchos sabréis, es uno de los filósofos por excelencia del movimiento filosófico de la Ilustración, movimiento que apostaba por el concepto de Razón, amigo también del liberalismo y de los valores burgueses. ¿Por qué no decirlo? Esos valores tan liberadores para el invididuos. Tienes que hacer. No lo olvides nunca, haz lo que sea y haz así rica a las jerarquías que deciden todo por ti en tu vida. No comerás sin hacer rico a nadie, tenlo por seguro.

Pero sin dogmatismos baratos de los míos procedo a seguir explicando. Kant se halló ante una situación curiosa. Él había estudiado de joven el racionalismo, una tendencia filosófica propia de Las filosofías de la conciencia cuyo origen se halla en la figura de Descartes, filósofo francés que defendía que se podía llegar a un conocimiento absoluto de la realidad mediante el uso de la razón, algo que no creería ahora ni el cristiano más neoplatónico. Aunque como rezaba el viejo dicho De todo hay en la viña del señor. Para defender esto Descartes aseguraba que en la mente humana existían unas ideas innatas, como la de causa y efecto, la de Dios, a la que llamará Res infinita,(sustancia infinita) la de Sustancia res extensa (objetos ajenos a la propia conciencia) y la res cogitans ( sustancia pensante). Asumiendo así que el sujeto era pasivo en la recepción de información a través de los sentido. Estas cuestiones identificadas como ideas innatas fueron defendidas por el propio filósofo para evitar de este modo el escepticismo, ya que Descartes pretendía fundamentar la ciencia para que el escepticismo no pudiera tumbar su validez. Por eso era menester demostrar que la realidad que percibíamos era la correcta y no una ilusión de nuestra conciencia. Todo esto fue criticado duramente por un filósofo posterior, Hume, el cuál criticó y descalificó totalmente la teoría cartesiana mediante un criterio de verdad en el que decía que cuestiones tales como la Causa y Efecto, Dios, , Ego y sustancia eran ideas e inventos humanos y que no podían demostrar la realidad ni fundamentar la ciencia, mediante su criterio de verdad, basado en el empirismo, el autor defendía que sólo se podía estar seguro de la experiencia sensible, es decir, aquella información que se adquiría por los sentidos, y ni siquiera está era segura por mucho que se repitieran patrones por la poca fiabilidad de los sentidos. Un ejemplo sería el del postulado de los cisnes blancos. Antes del descubrimiento de Australia se defendía categóricamente que sólo había cisnes blancos hasta que se descubrió al cisne negro en la Oceania continental.



Kant, que había estudiado la filosofía racionalista durante su juventud, como ya hemos dicho, veía como la ciencia de su época era efectiva y funcionaba, especialmente la física de Newton. Será así como Kant conocería al autor británico Hume para afirmar que sería éste el que lo habría sacado de su sueño dogmático (Entendiendo aquí dogmático como creencia en el posible acceso de la razón a la realidad en sí). ¿Significará esto que el autor alemán dejaría de ser racionalista en pro del empirismo? Nada más lejos de la realidad. Él veía que claramente la ciencia podía ser fundamentada ya que su funcionamiento era efectivo y evidente. Del mismo modo que veía que la ciencia avanzaba a pasos agigantados veía que la metafísica y la filosofía seguía formulándose las mismas preguntas una y otra vez, con lo que se decidió a hacer una síntesis entre ambos autores.
¿Pero cómo podría conjugar Kant dos tendencias irreconciliables en un primer momento? Proponiendo una ligera pero a la vez revolucionaria variación en el esquema. Tanto Descartes como Hume afirmaban que el sujeto era pasivo ante la recepción de estímulos y por tanto eran los objetos y sustancias los que llevaban a cabo un papel activo en la conciencia del sujeto, ya que eran estos los que llegaban a la conciencia del sujeto mediante los sentidos. Pero... ¿Qué pasaría si en realidad el sujeto fuera el elemento activo en la concepción de la realidad? Aunque esto pueda parecer cogido por los pelos, veréis que este comentario tremendamente revolucionario puede gozar de una fundamentación argumentativa y cambiar nuestro paradigma en la manera de entender la realidad tal y como la conocemos.

A esta variación la llamará El giro copernicano comparando este descubrimiento con la acertada propuesta del astrónomo Copérnico que propuso que la Tierra giraba alrededor del Sol y no al revés cómo generalmente se solía pensar. (Aunque para ser honesto creo que debemos reconocerle a Hipatia este descubrimiento, pero este es ya otro tema).

Según Kant, pues, no disponemos de acceso a una realidad en sí, a lo que él denominará Noumen. Lo único que sabremos de la Realidad en sí es que disponemos de la recepción de unos datos sensibles cuyo origen real en sí desconocemos. La recepción de datos en sí también nos es incomprensible ya que nos llegaría de manera desordenada e ilógica, pudiendo tratarse de algún tipo de codificación binaria o cualquier otra cosa que se descifraría y/o ordenaría mediante unas estructuras mentales a priori  (Aquí podemos observar su educación racionalista) Así pues, la conjugación de los datos sensibles cuyo origen es inaccesible a nuestro conocimiento con las estructuras a priori presentes en nuestra conciencia dan lugar a los fenómenos, iguales o parecidos en todas las conciencias, ya que las estructuras de conocimiento no serían muy distintas a cualquier otro sistema como el digestivo, y se podría decir que si no hay ninguna irregularidad todos hacemos la digestión y la excreción de un modo parecido, siguiendo los mismos procesos. Por tanto el fenómeno es el acceso a la realidad tal y como la conocemos, y por tanto, se podría fundamentar la ciencia ya que esta estudiaría los fenómenos que aparecen en nuestra conciencia, aunque no la realidad en sí, el noumen, que ni siquiera para nosotros es importante ya que no nos aporta nada.

Por un lado Kant defenderá que la ciencia deberá basarse en la experiencia, será esta pues su posición empirista, pero dejará claro que sólo se podra basar en la experiencia descodifcada por las estructuras a priori, el fenómeno, posición en la cual se aprecia su vertiente racionalista. Pero... ¿Cómo fundamentará Kant estas estructuras a priori en el invididuo?.



Los juicios sintéticos a priori. 

Recordando a Hume hablaremos de su criterio de verdad. Según éste existía dos tipos de juicios:

Los juicios analíticos a priori, cuyo predicado estaría en el interior del sujeto. Serían seguros, pero no aportan nuevo conocimiento, por ejemplo.

La profesora de castellano da clases de castellano.
La camisa verde es verde.

Los juicios sintéticos a posteriori, cuyo predicado no se hallaría en el interior del sujeto y por tanto nos proporcionaría nueva información pero esta no sería segura, por ejemplo:

La profesora da clases de castellano.
La camisa es verde.

Basándonos en estos juicios en relación a la filosofía de Hume podríamos afirmar que el conocimiento científico y la ciencia en sí son infundamentables. Para fundamentar la ciencia y la posición activa del sujeto en la elaboración de la realidad en su conciencia (fenómenos) el filósofo alemán propondrá un tercer juicio:

Los juicios sintéticos a priori cuyas particularidades serán su capacidad para proporcionarnos nueva información y serán previos e independientes de la experiencia sensible, que serían las estructuras cognitivas del sujeto.

Kant se preocupa por fundamentar este último juicio. Éste afirmará que estos juicios serán los de las matemáticas y la aritmética y los de la física, necesarios y universales. Así pues, identificará tres cualidades cognitivas en el sujeto, que recibirán el nombre de sensibilidad, entendimiento y razón.





La estética trascendental, la sensibilidad.

La sensibilidad sería una de las cualidades de las estructuras a priori en el sujeto. Hasta ese momento se había pretendido por parte de la metafísica entender la realidad en sí mediante ideas tales como el espacio y el tiempo, pero sabemos que con Kant conocer el noumen o realidad en sí es del todo imposible.

En su lugar, Kant defenderá que la sensibilidad ordena los datos sensibles que aparecen de manera caótica en nuestra conciencia mediante el orden de Espacio y Tiempo. Así se producirían los fenómenos espaciotemporales dentro del sujeto. Es decir; la conjugación de la sensibilidad y los datos sensibles dan lugar al fenómeno. La sensibilidad sería el primer paso para configurar el objeto de conocimiento y a su vez la ciencia. Todo lo que percibimos se hace bajo las condiciones de espacio y tiempo. El espacio y el tiempo recibirán por parte de Kant el nombre de intuiciones puras.

Así se fundamentará pues las matemáticas y la geometría, cuyas características se asociarían necesariamente a la percepción del tiempo y del espacio respectivamente.

La analítica trascendental, el entendimiento.

El entendimiento sería la cualidad a priori para clasificar los fenómenos configurados por la conjugación de la sensibilidad y los datos sensibles. El entendimiento es el paso previo para acceder al objeto de conocimiento.

Los conceptos puros o categorias se organizan por las estructuras a priori del entendimiento : Cantidad, (Unidad, totalidad, pluralidad, por ejemplo), Cualidad,, Relación (Causa ,efecto) y Modalidad.



La idea de Causa y efecto será una categoría a priori que organiza los fenómenos dentro del sujeto. Por tanto es un juicio sintéttico a priori que fundamenta la física en el objeto de conocimiento, pero recordemos que sólo lo fundamenta en los fenómenos de la conciencia, nunca en el noumen, realidad en sí, del cual nunca sabemos nada.



La dialéctica transcendental. La Razón.

La Razón, tecera cualidad, la del pensar, elabora razonamientos que pueden llevarnos incluso a reflexionar y a llegar a conclusiones como todas las expuestas anteriormente y darles nombre.

La razón pretende elaborar objetivos más extensos ya que pretenderá llegar a principios que incluyan más fenómenos para incrementar el conocimiento.

¿Cómo queda la Ciencia y la Metafísica ante todo esto? 

La Ciencia estará fundamentada por basarse en los juicios sintéticos a priori y , en el caso de la física, basa el resto de sus afirmaciones en la experiencia. (Conjugación racionalismo y empirismo).

La Metafísica Tradicional no estará fundamentada porque se basa en errores. Mal uso de los conceptos puros del entendimiento como el de Causa o sustancia que pretenden fundamentar la realidad en sí y nuestro acceso a ella mediante los sentidos. La metafísica quiere conocer la realidad en sí y eso para Kant es imposible.

Así pues el autor propone un nuevo sentido para el término Metafísica basado en el estudio de la subjetividad y en la comprensión de cómo nosotros entendemos y conocemos de la manera que conocemos.


Espero que os haya gustado y os haya sido útil. Huelga decir que el autor es tremendamente más complejo y este resumen no es absolutamente nada en comparación.

dijous, 20 de febrer del 2014

Sobre els objectius


Reflexió de Jordi Joan Baucells

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No veig un motiu. Simplement desconec perquè hauria jo de fer alguna cosa en aquest món. Desconec perquè tenir objectius, ambicions, metes… Tot és el mateix. I no veig res més que una fal·làcia sepultada. És comparable a embellir un cadàver. Per molt que vulgui maquillar-lo, ben vestir-lo i posar-lo a caminar com si fos un ésser dotat de vida; no en té, seguirà essent un cadàver. Allà on els altres veuen un fi, jo veig una circunferència. Acabar, començar, acabar, començar… Jo no veig cap meta. L'esforç no du en lloc. L'esforç no és en sí. Què pot ser prou important? Què mereix el meu esforç? Què puc voler? Per què he de voler? A mi me sembla una ficció, una mentida, una falsa necessitat. Una falsa necessitat que brolla d'una angoixa cap el no res (també falsa): un sempitern reemplaçar el que la vida ens lleva. Els objectius, segons el meu entendre, intenten donar coherència a una realitat no fonamentada. Subsanen la por d'aquells que no poden concebir-se a sí mateixos com a fruit de l'atzar, com un accident biològic, com una estrella que naix, llueix i mor: efímers. No és, llavors, un instint de supervivència intelectual? Com la mosca que lluita per la seva vida una vegada engendrada la seva mort dins la teranyina? No són llavors els objectius una esperança? No era l'esperança l'únic mal que quedà dins la caixa de Pandora? Jo he ballat amb l'esperança i m'ha trepitjat els peus. Vol dir això que romanc immòbil davant el pas del temps? Si no tenc objectius, que em mou? Quin és el meu motor? Jo no perseguesc cap anhel, no encaç. Jo desig. Jo desig, però què desig? No serien els desitjos un altre apelatiu dels objectius? La diferència roman en la seva procedència. Mentre que l'objectiu és un final que no prové de mi, el desig és única i exclusivament individual, únic, intransferible. El desig és autèntic, mentre que l'objectiu és fals. El desig és l'únic que allibera el meu pit del sentiment del no-res, és l'únic que allibera el meu cor del puny de la vacuitat. Sigui quin sigui el desitj, aquest trascendeix tota moral, tot codi de valors: el meu desig és independent dels altres éssers, però inherent en mi. És aquest el meu motor. Però, com escalar el cim del desig? No en som cognoscent, però crec que el menys rellevant és arribar al cim. Seguir escalant sí és rellevant, és vital. Com més alt millor arriba la brisa. No és l'objecte del desig qui incita a l'escalada, sino l'amor al desitj. Per tant, l'únic acte pur que pot sortir de mi només pot ser donat a llum des de l'amor. Només l'estima pot justificar el desig. El desig sense amor es desgasta, s'erosiona i s'enquista. Es litifica i es converteix en un objectiu. El desig, com la ingenuïtat, salva les conciències.

dissabte, 8 de febrer del 2014

¿Qué me quedará si ni la soledad quiere hacerme viejo?

Poema de Jordi Joan Baucells.
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Qué me quedará si ni la soledad quiere hacerme viejo?
Si ya el decimocatavo se me hace eterno…
y el Invierno cada vez más lejos.
Ni ya me quejo del mundo que se exhibe,
de la decadencia de la carne.
Del hombre y el hambre:
del ser sin nombre.

Descansa sola mi costumbre
de observar el almohada
sobre la cama.
Desganadas están mis sábanas
que no quieren saber nada del
delito.
Pero sigo creyendo en el amor,
por inercia.

Algunas veces vivo y algunas veces menos.
Algunas veces ido y algunas veces vuelto.
Sobrevivo porque escribo,
aunque luego se me olvide.
Lo bueno de seguir vivo

es que pasa lo de siempre. 

divendres, 7 de febrer del 2014

CONTE: “EL NIN PETIT



Conte de Heles Buckelin (“Creatividad” de M.Sorín Ed Labor -Barcelona 1992):

Hi havia una vegada un nin que va començar a anar l’escola.
Un matí, la mestra digué:
- Avui farem un dibuix.
-¡Què bé! – va pensar el nin.
Li agradava dibuixar i podia fer de tot: vaques, trens, gallines, lleons, vaixells.... I va començar a dibuixar, però la mestra va dir:
- Esperau, encara no he dit el que heu de dibuixar! Avui dibuixarem flors.
-Què bé! – va pensar el nin.
Li agradaven les flors i va començar a dibuixar flors molt boniques amb els seus llapisos de colors. 
Però la mestra va dir:
-¡Jo us ensenyarè com, esperau un moment!
-I agafant un guix, va pintar a la pissarra una flor vermella amb una tronc verd.
Ara –va dir la mestra – podeu començar.
El nin va mirar la flor que havia fet la mestra i la va comparar amb les que ell havia pintat. Li agradaven més les seves, però no ho va dir. Va girar el full i dibuixà una flor vermella amb una tronc verd, tal com la mestra ho havia indicat.
Un altre dia la mestra va fer el mateix amb una figura de plastilina que havien de fer els alumnes.
Molt aviat el nin va aprendre a esperar que li digueren el que i com havia de treball i fer les coses iguals a les de la mestra. No va tornar a fer res més ell tot sol.
Va passar el temps i el nin i la seva família es van anar a una altra ciutat, on el petit hagué d’anar a una altra escola.
El primer dia de classe, la mestra digué:
- Avui farem un dibuix.
- Qué bé!- va pensar el petit i va esperar a què la mestra li digués el que havia de fer; però ella no va dir res. Només caminava per l’aula, mirant el que feien els nins. Quan va arribar al seu costat, li va dir: - No vols fer un dibuix?
-Sí – va contestar el petit- però: què he de fer?
-Pots fer el que tu vulguis- digué la mestra.
- Amb qualsevol color? – va demanar el nin.
- Amb qualsevol color! – va respondre la mestra.
Si tots fessin el mateix dibuix i emprassin els mateixos colors, com sabri jo el que ha fet cadascú?
El nin no va contestar res i baixant el cap, va dibuixar una flor vermella amb un tronc verd.



dimecres, 5 de febrer del 2014

Los nuevos nosotros.


Empiezo a escribir esto el jueves 6 de Febrero de 2014 a las 4:42 de la madrugada después de haberme despertado hace dos horas. No sé qué me pasa pero después de haberme metido en la cama a las diez de la noche al estarme ya cayendo del sueño, algo totalmente inusual en mi, me despierto a estas horas, no habiendo dormido apenas nada. 

He estado dando vueltas por el pueblo. En vez de estudiar, en vez de hacer algo de provecho, dicen. Y lo cierto es que he visto cosas interesantes. El móvil para bajar al pueblo fue una cita que tenía con unas amigas británicas con las que puedo practicar el inglés un día a la semana o así. Al acabar de tomarnos alguna cosa y a hablar de algún chafardeo sin importancia me disponía a marcharme de nuevo caminando hacia mi casa, a unos diez minutos desde la salida del pueblo, nada grave, hasta que, a punto de salir del pueblo, decido quedarme.

Las gigantes rojas son y fuimos estrellas majestuosas, pude comprovar. Lo pude comprovar en cada niño, en cada larva que atravesaba la pubertad como lo hice yo. Las gigantes rojas son efervescentes, intransigentes, con falta de autoestima, injustos consigo mismos. Las gigantes rojas están asustadas de que nadie las quiera, de que nadie sea capaz de ver ese brillo profundo que emiten. Saben que han crecido y que son un reto a la belleza, a la fuerza y a la majestuosidad. En cada uno de estos chavales, tanto en el que va en patín, como en el que carga todo el día con una mochila llena de libros vaya a dónde vaya, tanto en el gordito como en el deportista, tanto en el más dulce como el más bruto veo yo una gigante roja. Quema hasta el final su helio. Quiere vivirlo todo, saberlo todo. Alguien decide que es muy rápido, quizás sea demasiado lento. Y ya lo dicen los sabios, que cuánto antes cometan los errores antes dejarán de volverlos a repetir. ¿Qué es eso de racionalizar los errores? ¿A que adultos sectarios del mundo se les puede ocurrir tal cosa? El error es un error, viene y se hace necesario hasta que se comprende que no lo es. Así de simple. Cualquier edad es buena para cometer cualquiera de los montones de errores, de que haya tormentas en la superfície de la Gigante Roja, reacciones de helio, tormentas solares. ¿Quién decide las edades que son buenas para equivocarse? Quizás el miedo a la independencia sexual o de acción de los hijos independiente del conocimiento paterno. Si no ando equivocado un tal Freud dijo algo parecido.

He visto a los chavales ir por las calles, sus edades no están tan lejos de la mía, hace nada estaba como ellos, pero estaríamos mintiendo si no dijéramos lo evidente. Se ha acabado. Se ha acabado ser uno de ellos. He sido expulsado, aniquilado, desintegrado, me he convertido en una nebulosa planetaria decadente y triste. Vagando estéril en la nada fértil, cuya esencia no es otra sino convertirse en una enana blanca, cadáver de lo que es una estrella noble y brillante.

 Hay algo de hermoso en las enanas blancas. Nos cuesta mucho negarnos a brillar, por pequeñas y patéticas que seamos. En todas las enanas blancas queda algo de dignidad de cuando la merecimos realmente. Tened misericordia, brillantes propietarios de nuestra alma, que ilumináis nuestros días que nosotros mismos. Hay resentimiento contra las gigantes rojas, a menudo por algunas enanas blancas. Adolecen de no ser grandes, pero nada cambiará su condición, otras enanas blancas entenderán que las gigantes rojas no son sus enemigas sino sus musas y su motor de vida. La nobleza no está reservada al nacimiento sino al pensamiento y a la honestidad. Las normas resentidas son sólo normas que intentan tapar el brillo que es imposible tapar. ¡Sufrid, ohh patéticas y repugnantes resentidas! Se ha acabado vuestro momento, al igual que a mi, y eso no lo va a cambiar nada. Aceptad la fatalidad de vuestra existencia en lugar de intentar crear colores distintos a los existentes. Ningún discurso os dará la razón ni os redimirá. Ningún discurso os va a dar una fuerza mayor a la verdadera, que se halla en vuestro cuerpo, en vuestros brazos, y en la voz que regula vuestros núcleos.

Más curioso es el caso de esos niños cuyos corazones son algo más que gigantes rojas. Son supergigantes rojas. Son soles masivos, extremadamente brillantes, descorazonadoramente hermoso. ¿Quién vence a la belleza de esos gigantescos rayos dadores de vida y generadores de vida? Quizás estén hablando mis dedos de mi amor por Betelgeuse, no lo sé. Las supergigantes suelen tener un destino distinto al resto de nosotros. Su brillo ciega demasiado el corazón del universo así como el buen artista ciega el nuestro, pues el universo es varón con corazón, como todos los varones nobles habidos y por haber. Las supergigantes están llamadas al reto de la Supernova, al reto de explotar infinitas veces, de sacar el veneno dispuesto en ellas. Quieren brillar por si mismas y no aceptan un No por respuesta. Agujeros negros y estrellas de neutrones, esos son los fines de un corazón o herido o libre respectivamente. Los agujeros negros son la atracción a favor de la muerte, las estrellas de neutrones lo son a favor de la vida. Pero ¿Qué es un agujero negro? ¿No es a caso un cadáver en vida que se alimenta de nuestra mediocridad y nos detesta porque al menos nosotros brillamos más que ella cuando en su momento ella brilló más que nosotros? El agujero negro es la nada que acrecienta la nada, es el resentimiento. ¿Os parece mejor el destino de las gigantes rojas que el de las super gigantes rojas? ¿Por qué? ¿A caso no es apetecible ese brutal enfrentamiento a uno mismo?


dilluns, 3 de febrer del 2014

Veneno gris pardo.

Me subo al coche. He discutido con mi madre. No se cree que esté mal. Curiosamente lo estoy pero no le digo toda la verdad sobre mis dolencias. Para ella, que habla tanto de Dios como de su monótona  vida eternamente condicionada por su ya afligiente monotonía. No se da cuenta de que ese sentido comun, ese tener que hacer, no es más que una excusa útil. Pero si le explicas algo a alguien y no lo entiende, por más que se lo expliques no lo va a entender.

A veces pienso que las cadenas deben de sernos muy cómodas. Hoy en día hablar de libertad no es ni deseado ni adecuado de tratar ante aquellos que entran en los esquemas oficiales de lo decente. La libertad interroga. Los enfermos que hablamos tanto de la libertad somos los que más la anhelamos, esperando la oportunidad para la precariedad más dolorosa. Al final es más difícil el llevar una vida libre que aceptar la brutalidad de la precariedad como eje de la vida.

Salgo del coche. Tras darme un beso y pedirme que sea bueno, le respondo que no sé ser de otra manera.

Llego muy pronto al instituto como para que haya alguien a quién ver. Las sombras de los panópticos pasillos se ve interrumpìda por la débil luz que llega a través de las ventanas de las clases a las que ha llegado alguien.

Estoy en el primer piso viendo la débil pero estable llegada de alumnos. Repentinamente noto que alguien me está mirando. Me giro y presto atención. Puedo vislumbrar alguien entre las sombras de las entradas de los baños del primer piso. Me acerco a la entrada de los baños noto que alguien con suavidad pero con firmeza atrapa mis manos por detrás de modo que no pueda moverlas.  Me embiste contra la pared estando de espaldas a él y usando la boca empieza a jugar con mi oreja. No sé lo que está pasando pero me gusta Me da la vuelta de modo que pueda verlo pero sigo estando entre él y la pared. Sus brazos no me dejan escapar. Lo miro.

Veo que el tío es un grandote de pelo corto. Lo llaman el Gordo pero es un apodo no del todo cierto. No se puede decir que esté gordo. Veo sus enormes brazos envuelven toda posibilidad de escape. Además, no sé si quiero escapar. Nunca me había dado cuenta de la mirada oscura de este chico. Está impregnada de un deseo hedonista y salvaje que no es de este mundo. Es como si te estuviera haciendo el amor. Hasta ahora jamás no había experimentado nada parecido. Hay pocas personas que realmente sepan desnudarte y dominarte así con la mirada. Me deshago y le pregunto qué quiere- Irme de aquí y no volver jamás. Lo mismo que tú.

Me quedo pensativo y le respondo- No quiero estar aquí, pero no es precisamente marcharme de aquí lo que más anhelo.- Ahora es él el que piensa y me espeta- Cuando salgamos de aquí me haré cargo personalmente de lo que más anheles pero ahora tenemos que irnos, antes de que empiecen las clases.- Algo asalta rápidamente mi mente- Soy menor todavía, no puedo salir- Me mira perplejo y me dice- Por eso mismo tenemos que irnos antes de que empiecen las clases. -Decido pues que no tiene ninguna importancia la distancia en el tiempo existente desde el momento que nací hasta este momento, así que lo sigo. Al menos hoy no será otro día monótono y aburrido.

Saliendo por la puerta junto con el Gordo me encuentro de frente con mi profesora de Griego, que me mira con desaprobación- ¿A dónde vas?- A lo que le respondo lacónicamente- No lo sé.- Sorprendida hace una mueca de desaprobación y se adentra junto con los demás en la fábrica de trabajadores eficientes. El Gordo me tira sin demasiada vehemencia del brazo para el asombro de los que en gila también se introducen en la cárcel infantil.

Me lleva a una calle sin gente propia de un pueblo de interior perdido como cualquier otro. Está  aparcado un mustang cuyas ruedas derechas están sobre la acera. Nos acercamos al vehículo y me dice- Es el coche de Pericás.

¡Maldito sea Pericás! Maldito friki de las matemáticas aplastasueños. El Gordo prosigue- Lo aparca aquí para que no se lo quememos- Y espetó frunciendo el ceño- Es gilipollas, tiene dinero para un mustang pero no para que su madre no le compre la ropa a estas alturas de su vida. - Escuchándolo no me había dado cuenta de que el Gordo ya estaba dentro del coche arrancándolo. Había robado las llaves en el departamento de matemáticas antes de atraerme siendo presa así de su trampa.

Me pide que suba y yo subo. Nada que objetar, tampoco me desespero ante lo que acaba de ocurrir. Simplemente está ocurriendo. Eso sí, me abrocho el cinturón de seguridad.

El coche atraviesa las estrechas calles buscando una salida. El pueblo se convierte en un laberinto atroz. Estoy nervioso, pero lo estoy mirando a él y parece muy tranquilo. Seguro que no es la primera vez que hace algo así. Jamás lo hubiera pensado.

¿Por qué a mi y no a alguien mejor?- Le espeté, a lo que me responde- No hay quién como tú- No digo nada, pero sin duda me pregunto que sabrá de mi este tío. Pero no quiero contarle el rollo. Me está gustando esta sinrazón desmedida. No hallo el porqué pero me doy cuenta que el porqué no es importante.

Me conduce a la ciudad con su recién tomado prestado Mustang. No sé a dónde me lleva. Me da igual. Nos aventuramos a introducirnos en un barrio inhóspito. Aparca el coche y salimos ante el portón de un edificio. Es un barrio conflictivo. Veo que deja las llaves puestas y , al percatarse de mi perplejidad, me explica que así el coche dejaría de ser problema nuestro. Me parece bien.

Entramos en el edificio. Por dentro parece que todo está más limpio que fuera, pero no brilla. Subimos muchas escaleras, muchas, hasta que llegamos al piso al que él me está llevando. Llama dándole golpes a la `puerta en una compleja secuencia. Empiezo a tener un poco de miedo. Pero no digo nada. No quiero perderme algo interesante por culpa del miedo.

Me presenta a la dueña, o por lo menos deduje que lo era, del piso. Se llama Anita. Parece pensar con claridad. ¡Qué cosas! Aún así está colocada, me doy cuenta. Anita es una chica delgada y pequeña. Tiene un pelo no excesivamente largo. Ondulado, pero ni rizado ni liso, ni mucho menos planchado, Anita nos invita a pasar y nos hace sentarnos en unos cojines sobre la moqueta. Nos trae de la cocina tes con lenche y rápidamente situa una cachimba en el centro del círuclo.

Nos ofrece un tiro de cachimbra pero el Gordo dice que no quiere y le secundo. Una vez estamos sentados ya alrededor de la cachimba  nos habla de su "material". No tengo ni idea de lo que están hablando.  Miro alrededor mío y veo un montón de decoración budista, hinduista y demás. Es curioso ver un buda junto a una Ganesa sobre una barra americana. Se percata que miro anodanado su casa y me comenta que le gusta lo oriental. Parece simpática pese a lo poco en serio que me tomo yo estos rollos orientales. Noto que stoy relajado. Parece que algo bueno tiene que pasar.

Anita y él se levantan tras haber estado diez minutos hablando de cosas por las que no sentí ningún interés. Ahora, por casualidad, puedo fumar un poco de la cachimba, pero en seguida me tengo que levantar.

Anita nos lleva a una habitación muy bonita con tragaluz que dejaba entrar la agradable luz del atardecer. ¡Qué sol tan radiante para el mes de Febrero. Puedo notar cómo pasa el tiempo a cada instante, aunque sea por minúsculos rayos de esa preciosa luz que da la vida. El resto de la habitación está en gris pero pueden intuirse formas de algunos muebles y figuras. Ante la puerta al abrir hay un buda sintoísta. Lo he visto antes pero ahora no puedo.

Hay telas colgando por varios lados. Tenía colores azules y rosas. Anita, sin musitar palabra, nos lleva una caja bajo el tragaluz, dónde estábamos situados nosotros y nos acerca arrastrandolos desde las sombras dos cojines redondos llenos de plumas para tumbarse. Son enormes.

En seguida pide que nos sentemos y nos relajemos en los enormes cojines. Anita abre la caja y veo que de ella saca unas jeringuillas. No sé por qué pero pero no me asusta. Lo lógico sería preguntarse qué está pasando pero que le den a la lógica.

Llena las jeringuillas de una sustancia gris parda. El Gordo me mira y me pregunta ¿Sabes lo que es? - Niego con la cabeza, él prosigue- Es heroina ¿Vas a querer probarla?- Le respondo que me da igual encogiendo los hombros.

Anita se marcha y el Gordo me ayuda inyectándome él mismo la dosis preparada. En seguida empiezo a sentir algo impresionante, increible. No había sentido nunca antes algo parecido. Es como desdoblarse trillones de veces alzándose hacia el cielo. El Gordo ya se ha metido su dosis. Nos relajamos tumbados en los cojines. Puedo sentir cómo se está repitiendo infinitas veces hacía el cielo. Me encanta verlo así. Me encanta este chico. Tras relajarnos un rato se gira hacia mi y me pregunta finalmente- ¿Ahora me dirás cuál era ese anhelo tuyo?- Me mira sonriéndome tumbado hacia mi con el cuepo y la cabeza recostados en el cojín. Lo miro un poco serio y le respondo- Quiero morir ¿Puedes ayudarme?- Me responde que sí con la cabeza. Se pone al lado mía y tumbados nos besamos. No me he dado cuenta de que ha aprovechado para inyectarme una dosis de heroina dónde no hay que inyectarla si lo que se quiere es seguir viviendo. Me pone las manos en la nariz y la boca y me asfixia. Estoy sufriendo y a la vez estoy volando hacia el cielo infinitas veces. Estoy sufriendo pero esto es pasajero. Voy a deshacerme en la nada. Quiero volver a la nada. ¿Por qué le tenemos tanto miedo a la muerte?  La muerte parece un regalo merecido y dulce tras haber conocido esta vida absurda. Es casi como correrse.

En este último instante lo miro a los ojos intentando mostrarle mi profundo agradecimiento y pienso ¿Qué hubiera pasado de no haber ido hoy a clase? Seguiría vivio. ¡Qué horror!

dissabte, 1 de febrer del 2014

Pacifistas protaurinos como alternativa al WC.

Y no, el título no es ninguna especie de broma. Realmente estoy proponiendo que ese tipo de gente sirva como váter para las futuras generaciones humanas. Están consumiendo un valioso alimento para los humanos y con las heces les basta.

Evidentemente en todo esto no incluyo a una gran mayoría aplastante de pacifistas a los que, aunque no esté de acuerdo con sus puntos de vista, tienen su opinión reconociéndose no conocedores de toda la verdad y de todo cuánto sucede. Por ello les doy las gracias.


Pero como iba diciendo, por lo visto a mi alrededor hay gente que tiene una visión muy bonita de todo esto a lo que llaman arte. Claro, como todo lo que genera una reacción se le puede llamar arte, a todo lo podríamos llamar arte. Pero claro, estos pacifistas cuya formación roza tales niveles de desarrollo que te llegan a argumentar que con los medios de comunicación podemos conseguir que haya paz, sin un planteamiento del todo lógico. (My heart breaks) son los mismos que estarán a favor de los toros, una cosa tan cultural y tan propia de nosotros los españoles. Eso sí, en cuánto puedan te dirán que bajes el nivel de complejidad al hablar e incluso valorarán como algo negativo que lo hagas, incluso lo entenderán como algo pretencioso ¿Dónde está la cultura cuando se trata de comunicarse con propiedad?. Ahora es cuando podemos entonar a todo pulmón. La generació X és morta, visca la generació X!

Son el mismo tipo de pacifistas que creen en la lengua única y común, cuando se les recuerda que el vasco es una de las mayores herencias culturales que podamos tener no sólo los españoles sino todos los humanos te frucen el ceño y ya directamente lo asocian todo con terrorismo. Good going humanity!. ¡Claro! Seguramente para estos sólo hay una única manera de entender la paz como Benedicto XVI y su Dictadura del relativismo. Definir unas maneras únicas de Bien y Mal supremos así como la existencia de éstos no es más que hacer oficial sólo una manera de entender el mundo correcta y todo lo que se salga de este entendimiento será una manera incorrecta de su entendimiento. Pero seguiré diciendo lo mismo, que el único bien supremo es que nuestra libertad garantiza que podamos interpretar el mundo libremente. ¿Qué puede haber más maravilloso? ¿No somos los humanos a caso el universo mirándose a él mismo? ¿No somos todos los átomos formados en las estrellas? ¿Qué hay más bonito que el eterno devenir? La gente crea duendes y dioses porque no se dan cuenta de cuán maravilloso y verdaderamente mágico es el universo. A la gente les da miedo ser completamente libres, no les gusta el cambio, pero están condenados a él.


Y ese diría yo que es el problema de pacifistas como éste del que estoy hablando, un grupo existente y activo de pacifistas que si se trata de animales no es para tanto. De mi misma estupenda clase de latín de la que una vez me hallé con una chica a favor del populismo político y también desconocedora de lo más básico de la religión clásica y criticándola gratuitamente sin ninguna propiedad, veritas liberabit nos, me hallé una vez también en una situación divertida cuando hablábamos de los coliseos. Esos magníficos coliseos reminescencia de una cultura pura, beligerante, esclavista, todo eso tan admirable de lo que no pienso hacer necesariamente una valoración moral propiamente mía sino que utilizaré la de nuestros amigos los pacifistas de WC.  Y es que cuando mi profesora dice que gracias a Dios estos coliseos con estas carnicerías ya no se llevan a cabo es cuando yo frunzo el ceño y cuando una compañeria mía animalista carraspea. Parece dolida así que soy yo quién da el paso para ser calificado de ridículo por las mentes inferiores, esas mentes que nunca tienen que preguntarse nada porque ya les viene bien la inercia que guía sus vidas. Suelto un "Eso es incorrecto, este tipo de cosas siguen sucediendo, en este estado y dándole igual a muchísima gente". En seguida se entendió a lo que me refería. ¿O no hay plazas de toros en todos lados? A lo que fui voicoreado con vehemencia y depravación moralista.- ¡Cómo dices eso! Yo no es que esté de acuerdo con los toros pero no es lo mismo... ....  .... ¡Ahá! Te pillé. Aquí nace una nueva pregunta ¿Por qué es peor matar a una persona en un coliseo que a un animal cualquiera? Al igual que los fuegos de Sant Antoni son una reminescencia a los cultos de Artemisa también debe de ser una herencia esto de matar criaturas en coliseos.

 Huelga decir que nuestros amigos kantianos de centro europa que de entre 1933 hasta 1945, también con sueños imperiales y con saludos antiguos romanos para justificar sus asesinatos masivos necesitaban deshumanizar a según que colectivos. (Y esto no va sólo de judíos, que allí había un montón de comepollas como yo que no éramos humanos, sin hablar de testigos de Jehová, de Gitanos, de mancos, de prostitutas y demás gente que no le iba bien a su Estado Ideal Platónico en el que todo estaba organizado y estaba tan bien y tan amigos como eran de la democracia estos amigos nuestros kantianos, un valor también muy propio de Platón) La razón de la deshumanización del colectivo no es otra sino la percepción colectiva de que como, moralmente eran inferiores, se les pudiera deportar y tratar como animales de granja que deben ser encerrados o movilizados acorde con su peligrosidad. Y supongo que esto mismo nos pasa con los animales... con los animales no está tan mal, lo que pasa es que a los animales no hace falta deshumanizarlos, ya su condición les es una condena. Debe de ser eso de la piedad cristiana lo que durante generaciones se haya podido hacer lo que a uno le haya venido en gana con criaturas que, como no tienen razonamiento, son inferiores.

Adivina adivinanza ¿Coliseo o Plaza de Toros?
Y claro, ese debe de ser uno de los problemas de una sociedad que considera la Razón como un valor positivo, el problema de decirle adios a los sentimientos. Unas escuelas totalmente racionalizadas, sin un sólo segundo para nuesto querido y bien amado para el lado izquierdo de nuestro cerebro. Entre eso y la idealización impositiva y categórica del concepto de Sociedad me veo que vamos directos a convertirnos todos en un único ordenador. Un gran ordenador planetario. Honestamente no puedo entender la Filosofía del New Age en la que todo el mundo se leería la mente de todo el mundo. ¿Para qué seguir viviendo sin secretos? Además, eso de sabe la vida de todos y lo que todos están pensando ya existe, se llama Twitter. Además de que sólo habría una única manera de entender el bien y el mal basado en alguna chorrada de la pureza ¿Qué es realmente puro y qué no? ¿Qué otras mentiras deciden todo eso? La dictadura de la mayoría sobre uno, otra vez..., of course,. Claro que éstos por lo menos reconocen que los animales merecen respeto. ¡Gracias!

La muerte de un animal a la muerte de otro, sea este una hormiga a un delfín pasando por los humanos y sin dejarnos las ballenas es algo propio de la vida, y de hecho, no hay nada (A no ser que Dios y las Ideas existan) que dé mayor seriedad la muerte de una persona a la de cualquier otra criatura. No hay ningún valor real que decida o defina eso más allá de nuestras películas. ¿En qué valores se basan para determinar que es peor que maten a un toro en una plaza a que se maten dos humanos o otro grupo sea devorado por los lobos y los leones? A mi me parece totalmente decadente, mucho más cuando según que pacifistas te sueltan que su carne se aprovecha para servir de alimento. Me pregunto si se diría lo mismo de los cristianos devorados vivos en los coliseos romanos- Pero es que cuando los matamos en los coliseos aprovechamos sus cosas y sus propiedades, y además damos de comer a los leoncitos hihi ¡Qué chupi diver!- Porque claro, eso es la peor parte. De los cristianos devorados también se aprovecha todo.  ¿No?. Otras criaturas no aptas para la moral básica de hace 2000 años también sirvieron como jabón en el sucedaneo del imperio romano de centro Europa entre  1939 y 1945.


Quizás yo no me he dado cuenta y estos pacifistas no son los mismos pacifistas que yo había conocido hasta ahora. Por lo que se ve ellos defienden una Pax Romana con los evidentes y consecuentes valores romanos. ¡Claro! Si es que ellos están a favor de la mismísima Pax Romana , ¡Joder! La paz p'a mi. Estoy harto de gente que no vive en este planeta. Hay tanta gente que dice Esto es arte cuando yo veo publicidad de una nación inexistente. Tantos otros que dicen que los toros son una atracción turística cuando yo veo a más de la mitad de los turistas que van a estas celebraciones salir llorando del Coliseo ¡Qué buena imagen para la Grande y Libres!. Hay tanta gente a la que unos supuestos valores de respeto impiden que les parta la cara que hasta me duele. Son muchos, están organizados, y vienen a por ti. La estupidez genera hegemonía. Por eso salen de los partidos nacionalistas absurdos como UPyD voces como el del fracaso Toni Cantó diciendo que los animales no tienen derechos. Y tú tampoco cabrón, los derechos no existen.

En conclusión, apostemos por un mundo en que los pacifistas protaurinos sean los nuevos váteres. Aunque tampoco creo en la ficción del progreso me doy cuenta que la calidad de vida de todos los que no hacen de la subnormalidad hipócrita y contradictoria su bandera mejorará muchísimo.

La única pregunta que nos queda es preguntarnos si el nacionalismo español en concreto debe de tratarse de la continuación del Imperio Romano, o es que los protaurinos sólo se lo creen, porque lo que es cierto es que no te puedes fiar de gente que te habla de la defensa de la paz y el progreso defendiendo ideas morales de 2000 años y con sus mismas costumbres de ocio, las mismas costumbres de ocio de lo que posiblemente fuera uno de los imperios más beligerante de nuestra patética historia. Sólo lo comento.